Salud bucal y salud mental. Dental Attitude

La salud dental y salud bucal

¿Cómo se relaciona la salud bucal con la salud mental?

Dependiendo del momento, a un paciente le puede apetecer más o menos hacer ciertas cosas, por ejemplo el cepillado de dientes, el enjuague, etc. pero esta situación se agrava en aquellas personas cuya salud psicológica o mental se ve alterada.

Deterioro cognitivo y demencia
Sabemos que una mala salud dental puede desembocar en una periodontitis que, a su vez, derive en problemas cardíacos o incluso digestivos, pero un reciente análisis, realizado por investigadores finlandeses y publicado en Journal of the American Geriatrics Society, que ha incluido 47 estudios, sugiere que también podría incrementar el riesgo de padecer Alzheimer, en concreto se determinó que la mala salud periodontal, se podía asociar con un 23% más de probabilidades de deterioro cognitivo y un 21% más de riesgo de demencia.

La mala salud periodontal (reflejada por tener periodontitis, pérdida de dientes, bolsas periodontales profundas o pérdida de hueso alveolar) se asoció tanto con el deterioro cognitivo como con la demencia. Otros análisis, basados en medidas de evaluación periodontal, encontraron que la pérdida de dientes aumentaba de forma independiente el riesgo tanto de deterioro cognitivo como de demencia. El análisis estratificado basado en el grado de pérdida de dientes indicó que la pérdida parcial de dientes era importante para el deterioro cognitivo y la pérdida completa de dientes para la demencia.

¿Cómo afecta la depresión a los dientes?

Depresión y caries se presentan muchas veces unidas por una razón muy simple: una persona que está deprimida no tiene ánimos para nada, y eso incluye descuidar entre otras cosas, su higiene dental.

Pero no solo eso, ciertos estados de ánimo depresivos también pueden alterar la dieta normal hacia una dieta cariogénica, es decir, rica en azúcares fermentables como la sacarosa. Lo que agrava aún más la aparición de caries si se descuida la higiene dental.

Según un estudio publicado en Fundación Dialnet (Universidad de La Rioja) “la ansiedad provoca además disminución del flujo salival, enfermedad periodontal avanzada y disestesia oral”. También advierte que ciertos medicamentos para tratar la depresión pueden aumentar la incidencia de enfermedades dentales o incluso a la alteración de sabores, cambio en el color de la lengua… y mal aliento.

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Caries y ansiedad

El estado anímico que nos puede llevar a descuidar nuestra boca, descuidando las revisiones dentales y el tener una (o varias) caries que se descuidan pueden llegar a ser graves problemas y provocar tanto dolor que impidan realizar la vida con normalidad. Pueden provocar muchas molestias al comer, haciendo que el paciente adelgace y por supuesto, perder dientes.

De nuevo el uso de medicamentos para tratar la ansiedad pueden tener efectos secundarios como disminuir la producción de saliva.

Como sabemos, la saliva no solo se encarga de hacer que masticar sea más fácil, es que además protege el esmalte dental. Lo que quiere decir que si hay poca saliva, disminuye esta protección y por tanto aumenta el riesgo de caries y otras enfermedades bucales.

Altos niveles de ansiedad pueden además provocar la apariencia de bruxismo, llevando al paciente a rechinar o apretar los dientes con fuerza, lo cual conlleva un desgaste del esmalte, dolor mandibular o dental, alteraciones de la articulación temporomandibular y cefalea.

El trastorno de la alimentación y los dientes

Los trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia están englobados dentro de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y afectan a unas 400.000 personas en España, principalmente jóvenes. Y casi en una proporción del 90%, a mujeres.

Bulimia

Su mayor daño a los dientes se da por los vómitos contínuos, ya que el ácido que contienen termina dañando muy seriamente el esmalte que protege los dientes, empezando por la parte de atrás de los mismos. Pero además, los dientes se van debilitando y es mucho más fácil que se rompan.

Además, tras vomitar, el paciente se lava los dientes y ya que vomita de forma frecuente, esto significa que se los lava continuamente, lo que puede llevar a que las encías se retraigan.

Otra consecuencia de perder el esmalte es que los dientes quedan desprotegidos y se vuelven hipersensibles, por tanto todo duele mucho más. Incluyendo algo tan simple como el cepillado diario. Además aparecen, como es lógico, muchas más caries.

Anorexia

Si la bulimia es comer mucho y vomitar, la anorexia es lo contrario: no se come lo suficiente. En casos de malnutrición severa, esto puede llegar a desembocar en osteoporosis, lo que tiene como consecuencia que los huesos se debilitan, el maxilar sufre de movilidad dental y al final, los dientes se caen.

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