
Blancorexia y verdades y mentiras sobre el blanqueamiento dental
El blanqueamiento dental. La blancorexia
El blanqueamiento dental es un tratamiento muy solicitado en la actualidad, podríamos decir que está de moda y es que es uno de los tratamientos estéticos más solicitados.
Lo primero y más importante para realizarse un blanqueamiento dental es asegurarse de que vamos a recibir un tratamiento correcto, por lo que te recomendamos consultar con tu dentista que tipo de actuaciones o tratamiento puede ir bien en tu caso particular.
La obsesión por el blanco perfecto puede convertirse en la blancorexia, una preocupación obsesiva por el color de los dientes que lleva a las personas a abusar de estos tratamientos. Se considera un trastorno psicológico similar a la dismorfia corporal, donde la persona nunca está satisfecha del color de sus dientes, aunque ya estén blancos.
Las consecuencias de esta enfermedad es el daño al esmalte dental por el uso excesivo de productos blanqueadores que desgasta el esmalte volviendo a los dientes más frágiles y sensibles.
Esta obsesión ocurre, como en otras ocasiones, por los estándares de belleza que se imponen en las Redes sociales y en la publicidad y tampoco ayuda que estos tratamientos, al no tener un coste elevado, sean más asequibles.
Solo un profesional puede evaluar si el blanqueamiento es necesario o seguro.
El blanqueamiento dental. Verdades y mentiras
El blanqueamiento dental NO es perjudicial siempre que se sigan las instrucciones y esté supervisado por un profesional. Es un tratamiento que requiere de inicio una boca sana, por lo que antes de comenzar es importante pasar las revisiones odontológicas para asegurar que la boca del paciente cumple las condiciones adecuadas para blanquearse los dientes con total tranquilidad.
El blanqueamiento dental NO sustituye a una limpieza bucal. Es una técnica estética y en ningún caso sustituye a una limpieza. La limpieza elimina bacterias, refuerza el esmalte y protege a los dientes.
El blanqueamiento dental SI puede causar sensibilidad temporal, pero suele tratarse de un problema temporal, que desaparece en unos pocos días. Los dentistas pueden recomendar productos desensibilizantes para aliviar el malestar.
NO todos los tratamientos son iguales. Someterse a una técnica no profesional y que no reúna las garantías necesarias, puede suponer un peligro para la salud bucodental: daños en el esmalte, aparición de manchas o hipersensibilidad.
El blanqueamiento dental NO funciona en todos los tipos de manchas: es más efectivo en manchas superficiales causadas por alimentos, bebidas o el tabaco. Las manchas intrínsecas, que se encuentran debajo del esmalte y pueden ser causadas por ciertos medicamentos o lesiones, no responden tan bien al tratamiento y pueden requerir alternativas como carillas o coronas.
El efecto del blanqueamiento y la duración del mismo NO es igual para todas las personas, depende de los hábitos de cada una de ellas: las personas que fuman tienen muchas más posibilidades de que sus dientes se oscurezcan. Además, algunos alimentos y bebidas son incompatibles con el blanqueamiento dental, como el café, el vino o la salsa de soja, ya que tienen la capacidad de teñir el diente o generar manchas.
¿Quién puede hacerse un blanqueamiento dental?
El blanqueamiento dental no es bueno para todos los pacientes. Por ejemplo, no es aconsejable en las mujeres embarazadas o lactantes, ya que no se han realizado suficientes estudios sobre los efectos de los agentes blanqueadores en el desarrollo fetal.
Además, las personas con enfermedad periodontal o caries sin tratar deben resolver estos problemas de salud dental antes de considerar el blanqueamiento, el cual puede agravar estas condiciones, causando dolor y otras complicaciones.
Por otro lado, no suele recomendarse en niños y adolescentes, cuyos dientes aún están en desarrollo. Generalmente, los dentistas sugieren esperar hasta que una persona tenga al menos 16 años, cuando la estructura dental y el esmalte están completamente desarrollados. Realizar un blanqueamiento dental en dientes inmaduros puede aumentar el riesgo de sensibilidad y otros problemas dentales.