La importancia de la saliva
La sequedad bucal, también conocida como xerostomía, es una sensación incómoda que muchas personas sufren sin darle importancia. Sin embargo, la falta de saliva no solo causa molestias, sino que también puede afectar de manera significativa la salud dental y de las encías.
La importancia de la saliva
La saliva no solo mantiene la boca húmeda. Cumple funciones esenciales para nuestra salud oral:
- Limpieza natural: ayuda a eliminar restos de comida y bacterias.
- Protección contra caries: neutraliza los ácidos que dañan el esmalte.
- Aporte de minerales: contiene calcio y fosfatos que refuerzan los dientes.
- Defensas naturales: actúa como barrera frente a infecciones y mantiene equilibrada la flora bacteriana de la boca.
Cuando la producción de saliva disminuye, la boca se vuelve más vulnerable.
Consecuencias de la sequedad bucal
No producir suficiente saliva puede generar:
- Mayor riesgo de caries y placa bacteriana.
- Irritación y sangrado de encías, favoreciendo la gingivitis.
- Halitosis (mal aliento) por acumulación de bacterias.
- Molestias al masticar, hablar o tragar alimentos.
- Incomodidad al llevar prótesis dentales o férulas.
Causas más frecuentes
Algunas de las situaciones más comunes que provocan sequedad bucal son:
- Deshidratación por falta de agua o exceso de sudoración.
- Medicamentos como antihistamínicos, ansiolíticos o tratamientos para la hipertensión.
- Hábitos como fumar, beber alcohol o café en exceso.
- Enfermedades (diabetes, síndrome de Sjögren).
- Tratamientos médicos, como la radioterapia en cabeza y cuello.
Consejos prácticos para aliviar la sequedad bucal
- Bebe agua con frecuencia, incluso antes de sentir sed.
- Mastica chicles sin azúcar (preferiblemente con xilitol) para estimular la producción de saliva.
- Evita enjuagues con alcohol: usa colutorios específicos para boca seca.
- Reduce el consumo de café, alcohol y tabaco.
- Mantén una buena higiene dental con cepillos suaves y pastas fluoradas.
- Consulta con tu dentista si el problema es persistente: puede recomendarte tratamientos específicos o identificar la causa.
Conclusión
La sequedad bucal no es solo una incomodidad pasajera: puede convertirse en un factor de riesgo para tu salud dental si no la atiendes a tiempo. Con unos sencillos hábitos y la supervisión de tu dentista, podrás mantener tu boca hidratada y tu sonrisa protegida durante todo el año.
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