Hipertensión y odontología. Clinica Dental Attitude

Cuando un paciente visita por primera vez una clínica dental, el facultativo realizara un examen exhaustivo de la salud del paciente y el paciente, por su bien, debería ofrecer a su dentista toda la información posible sobre su historial médico. Esta información, en manos de tu dentista, facilitará un correcto diagnóstico y aumentará las posibilidades de éxito de los tratamientos.

Si tienes problemas cardiovasculares debes informar a tu dentista para poder recibir el tratamiento más adecuado.
Por ejemplo, un dentista tiene un importante papel en la detección del paciente hipertenso no diagnosticado o incorrectamente tratado y tanto odontólogos como cardiólogos deben estar alerta sobre los efectos adversos que los fármacos empleados en el tratamiento de esta patología pueden tener en la cavidad oral. Existen posibles interacciones entre fármacos antihipertensivos y la medicación usada en las clínicas dentales que tu dentista debe tener en cuenta, y para ello, debe estar informado de que su paciente está sometido a dichos tratamientos farmacológicos.

Hipertensión: Conexión con la Salud Oral y prevención

Varios estudios han examinado la relación entre la hipertensión arterial y la salud oral, revelando que las personas con enfermedad periodontal tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar hipertensión arterial. La inflamación crónica asociada con la enfermedad periodontal puede contribuir a la rigidez arterial, lo que a su vez aumenta la presión arterial.

Por otro lado, la hipertensión arterial puede afectar la salud oral al reducir el flujo sanguíneo a las encías y otros tejidos de la boca, lo que puede contribuir al desarrollo de enfermedades orales. La relación es bidireccional y refuerza la necesidad de un enfoque integrado para el manejo de ambas condiciones.

Mantener una buena salud oral es un componente crítico en la prevención y manejo de la hipertensión arterial. Prácticas como el cepillado y uso de hilo dental diario, junto con visitas regulares al dentista, pueden reducir significativamente el riesgo de enfermedad periodontal y, por ende, de hipertensión arterial.

Además, adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta saludable, ejercicio regular y abstinencia de tabaco y alcohol excesivo, puede tener un impacto positivo tanto en la salud oral como en la presión arterial. Las revisiones médicas regulares también son fundamentales para monitorear y manejar la hipertensión arterial.

Hipertensión: Medicamentos que influyen en nuestra salud oral

A priori, la hipertensión arterial no debería ser causa directa de una mala salud bucal – aunque algunos estudios señalan que el hecho de sufrir periodontitis puede ser indicativo de presión arterial alta en el paciente (en caso de que aún no haya sido diagnosticada). No obstante, lo que sí se sabe es que los medicamentos que se recetan al paciente para controlarla pueden afectar directamente a sus dientes y encías.

Una de las consecuencias más comunes de la toma de medicamentos para el control de la hipertensión arterial es la disminución en la generación de saliva, un hecho que puede provocar sequedad bucal – también llamada xerostomía – y que aumenta las probabilidades de padecer cariesperiodontitis o algunas infecciones micóticas en la mucosa oral.

Otras patologías que surgen como consecuencia de esta toma de medicamentos, y en especial por la presencia de componentes como el nifedipino o el metil dopa, son el sobrecrecimiento gingival o la aparición de sustancias blanquecinas en forma de red sobre las encías. Asimismo, también es posible que se produzcan algunos trastornos en la percepción de sabores.

La relación entre la hipertensión arterial y la salud oral es compleja y bidireccional. Mantener una buena salud oral no solo previene enfermedades bucales, sino que también puede jugar un papel crucial en la prevención y manejo de la hipertensión arterial.