La menopausia
La menopausia se caracteriza por la disminución de la actividad en los ovarios y de su producción hormonal conllevando algunos cambios en el organismo. Entre los síntomas más frecuentes que se producen durante la menopausia son los sofocos, la fatiga, sudores nocturnos o alteraciones del estado de ánimo de la mujer. Es en este momento cuando se padece un significativo descenso de estrógenos y progesterona. Esta caída de los estrógenos son los principales culpables de dichas alteraciones hormonales.
Los síntomas de la menopausia pueden aparecer a los 45-50 años. Es fundamental estar correctamente informada y tener una relación directa con tu dentista para prevenir cualquier posible problema que pueda surgir.
Para las mujeres la etapa de la menopausia es en la que más vulnerable se vuelve la salud dental y es importante prevenir posibles problemas en este periodo.
Principales manifestaciones de la menopausia a nivel bucal
El descenso de producción de hormonas conlleva varios cambios en la mucosa bucal, las encías y el hueso que soporta los dientes. Estos cambios pueden provocar el cambio de color de los dientes. Se produce un aumento de sequedad de boca o xerostomía y es posible que también aumente el sangrado e inflamación de las encías.
Al disminuir el nivel de estrógenos, los huesos en general se vuelven más débiles y quebradizos, incluidos los de las mandíbulas, y esto puede conllevar a la pérdida de alguna pieza dental.
También durante la menopausia, es posible sufrir retracción de encías. De hecho, el principal problema dental durante la menopausia es la gingivitis. Si no se trata este problema de forma cautelar, la gingivitis puede ocasionar un problema más grave de periodontitis.
A pesar de todo, y gracias a los avances de la tecnología y la concienciación social, hoy en día las mujeres pueden disfrutar de unos dientes sanos hasta la ancianidad.
Recomendaciones: importancia de la prevención
La menopausia es una etapa inevitable en la vida de una mujer así que lo más importante es ser consecuente y prevenir y actuar con cuidados y rutinas saludables.
Es decir, aunque no podamos prevenir por completo la aparición de todos los problemas mencionados, sí que podremos hacer esta época mucho más llevadera.
- Una buena higiene diaria que incluya el cepillado después de cada comida, así como el uso del hilo dental y del colutorio.
- Utiliza una pasta de dientes con un índice de abrasividad bajo para que no dañe tus encías y escoge filamentos suaves en el cepillo de dientes para proteger el esmalte
- Realiza, al menos, una visita anual a tu clínica dental para que el especialista realice las revisiones pertinentes y pueda advertir posibles signos de alarma
- Acude a tu dentista o higienista al menos una vez al año para que te realice una profilaxis o limpieza dental profesional
- Evita el tabaco, especialmente en los casos de sequedad bucal o síndrome de boca ardiente
- Consume alimentos ricos en calcio y con vitaminas A, C y E, que fortalecerán tanto tus huesos como la piel y las mucosas
- Bebe mucha agua y, en aquellos casos de sequedad bucal, recurre al uso de sprays hidratantes o colutorios