Cuidados de temporada
Al terminar el verano por lo general descienden las defensas del organismo y somos propensos a padecer más resfriados, catarros y gripes. Muchos alimentos nos pueden ayudar a compensar esta bajada de las defensas. Por ejemplo, los frutos secos (nutrientes y fibra) o las castañas. Estas últimas son muy ricas en fósforo, elemento muy beneficioso para fortalecer los huesos. Nos aportan fibra, antioxidantes, ácido fólico, potasio, hierro, fósforo y vitaminas del Grupo B. Por su parte, las legumbres y la gran cantidad de vitamina B que contienen contribuyen a que las encías y los labios sean más resistentes a las inclemencias del tiempo otoñal.
Gripes y catarros
Los procesos gripales y catarrales pueden beneficiar la aparición de patologías orales como la inflamación de encías, mal aliento, dolor de muelas, etc..
La congestión nasal típica de estos procesos provoca que se respire por la boca, lo que aumenta la sequedad y por tanto el riesgo de irritación y de aparición de caries, por lo que lo más recomendable es mantenerse bien hidratado para ayudar a equilibrar el pH de tu boca.
La halitosis o mal aliento que puede ser el resultado del exceso de mucosidad que se queda en el fondo de la cavidad nasal o en la garganta. Para ayudar a la eliminación de esta mucosidad
Se recomienda dormir con la cabeza ligeramente elevada para promover el drenaje.
Evitar ingerir alimentos y bebidas inmediatamente antes de acostarse.
Evitar tomar Lácteos
Beber mucha agua para evitar la sequedad nasal y bucal